Miriam Cruz ha comenzado a celebrar sus treinta y cinco años con el aplauso del público. Hace pocos días comenzó a festejarlo con un concierto a casa llena en el anfiteatro Juan Lockward de Puerto Plata.
Su carrera en la escena comenzó de las manos de Wilfrido Vargas y Belkis Concepción en Las Chicas del Can, una agrupación que desde su debut en 1982 revolucionó la escena al reunir a jóvenes que de inmediato conectaron con su generación. El éxito no solo lo lograron en el país, sino en importantes escenarios internacionales.
En los treinta y cinco años de carrera, Miriam Cruz ha saboreado el éxito, pero también ha atravesado por momentos grises, sin embargo, esto jamás le quitó el impulso para continuar.
“Estamos felices de celebrar este aniversario. Ha sido un gran viaje durante toda mi carrera. Son treinta y cinco años… y contando. Conociendo escenarios nuevos, recibiendo el aplauso. Con altas y bajas, pero firme en lo que me gusta hacer, lo que me apasiona que es el merengue. Gracias a Dios he estado acompañada de un gran equipo que ha estado a mi lado en todo este tiempo. La verdad que me siento muy afortunada”, reflexionó al revisar su trayectoria.
En treinta y cinco años se producen muchos cambios en la música, sin embargo, la artista aseguró a DL que ha ido paso a paso con las nuevas tendencias, pero manteniendo la esencia del merengue que es el motor de su existencia en la música. “La industria ha ido en constantes cambios, pero hemos logrado mantener comunicación con una nueva generación y eso es una bendición. Permanecí en Las Chicas del Can durante diez años, posteriormente continuamos trabajando hasta que posteriormente comenzamos a trabajar de manera independiente”, comentó la intérprete de “La loba”, entre otros éxitos.
La más difícil para Miriam en su transito por la música ha sido el hecho de que por su condición de mujer el esfuerzo ha sido doble para conquistar al público y mantenerse vigente. “Uno tiene que demostrar que lo puede hacer, pero no te voy a negar que he tenido momentos de tristeza cuando algunas cosas no salen como uno quiere. Yo me he mantenido hasta el sol de hoy cantando con una carrera bonita que comenzó en Las Chicas del Can en donde obtuve una disciplina que marcó mi vida, porque lo aprendido es lo que me ha permitido llevarla”.
Una de las claves para mantener su vigencia en la música ha sido grabar merengue con arreglos modernos, pero sustentado en buenas letras.
“No nos hemos detenido. Cada día nos convoca a continuar trabajando para seguir conectados a la gente. Las corrientes de ritmos nuevos han sido muy camaleónicas y con ello el merengue también y para tú poder conectar, tienes que ir innovado y hacer cosas que se parezcan al público de este tiempo. Como mujer he sido como la voz del sentimiento en muchas situaciones con las que las mujeres se identifican porque mi público en su mayoría es de mujeres”.
En sus espacios íntimos analiza cómo va la sociedad dominicana. “Es complicado, pero yo pienso que el mundo va al revés. La rapidez en la que estamos viviendo no nos permite pensar bien las cosas y desarrollarnos como se debe. Una sociedad hasta en cierto aspecto descompuesta porque los valores se han ido perdiendo, van quedando en un tercer plano. La gente lo que quiere es escalar sin tener ningún tipo de sacrificio, no ven que para que llegue el éxito hay que luchar para poder valorarla, porque las cosas fáciles se van. Entiendo que eso es lo que está pasando, hay muchas cosas que como sociedad no nos están haciendo bien”.
En su agenda
Santiago, Nueva York y el Teatro Nacional en la capital están en su agenda para festejar los treinta y cinco años el merengue.
El Cibao es muy especial en su trayecto de vida y es por ello que están trabajando en un montaje para que su público disfrute el concierto. Además, tiene es su aspiración poder llegar al Teatro Nacional Eduardo Brito. “Cuando pueda conseguir el Teatro Nacional quiero hacer una gran celebración allí, porque hasta ahora no he tenido suerte porque las veces que lo hemos solicitado no ha estado disponible. He tenido muchas trabas para conseguirlo, me dicen que está lleno…pero quiero hacer un gran show allí”.
Miriam llevó a Nueva York el montaje con el que celebró su veinticinco aniversario y este llegará a los dominicanos residentes allí. En su voz se popularizaron canciones como la “La Africana”, “Juana la Cubana”, “El Negro no Puede”, “Las Pequeñas Cosas”, “Pegando Fuego”, “Beberte”, “Estúpido”, “Besos Callejeros”, “Ta.. Pillao”, “Sukaina”, y “Youlin” llevando el merengue a países como Estados Unidos, Holanda, Alemania, Bélgica, Suiza, España, Francia, Italia, Japón y varias naciones de América del Sur.
El relevo
Miriam recuerda que planteamientos de que si no viene el relevo, el merengue se iba a quedar en manos de la década de los ochenta. “En mi caso he tenido una parte porque soy de las que he mantenido al merengue en una posición privilegiada, me lleno de la boca con orgullo diciéndolo. Que bueno que hay un Manny Cruz, un Gabriel haciendo merengue y espero que muchos se animen porque en nuestro país hay mucho talento, lo único que le falta es oportunidades.
Fuente: Diario Libre