En «Prometo», el cantautor Gabriel Pagán mantiene su compromiso con la diversidad musical y fusiona el merengue con otros géneros. El color de la canción lo devolvió al camino de la música urbana, y logró incorporar su contenido romántico.
“Prometo es una canción que marcó el antes y el después de lo que estaba buscando. Siento que he estado trabajando en desarrollarme como persona y como artista, pero manteniendo el estilo que llevo desde mi debut. En mi búsqueda he absorbido todo lo que he podido de una base de merengue tradicional para conectarme con otra generación que hoy no consume merengue”.
El artista, formado en música en la prestigiosa Universidad de Berkeley en Boston, dijo que a pesar de que alguna vez hubo un vacío que hizo posible que se infiltraran otros géneros, el merengue mantuvo su presencia hasta que llegaron nuevos talentos.
“Cuando no existían nuevos colores eso le dio chance a otros géneros. En mi caso, desde que comencé, siempre aposté a la novedad en el merengue y a reafirmar que nuestro género siempre ha estado presente y que los jóvenes pueden conectar con él. Lo que trato de hacer es mostrar que cuando se trabaja con criterio, las cosas sí pueden funcionar”, recordó Gabriel.